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trekkingLas mochilas de treeking es un elemento imprescindible para cualquier salida de treeking por la montaña. Hay decenas de factores y de cosas a tener en cuenta antes de sumergirte en una apasionante jornada de trekking. Y hoy dedicamos nuestro post a uno de ellos: la mochila y cómo ha de distribuirse el peso para que este complemento imprescindible para los amantes del senderismo sea una ayuda y no una carga. También hablaremos del material técnico que necesita un senderista para su ruta.

Hay dos variables a la hora de ‘empacar’ la mochila en las que prácticamente todos los que practican trekking coinciden: el peso de cada uno de los elementos que van a introducirse en ella, y el uso que durante la jornada se les va a dar. Con esto en la mente y una dosis de sentido común, la mochila quedará lista en un abrir y cerrar de ojos. ¡Ah! Y recuerda también que un exceso de peso es, por muy bien distribuida que esté la carga, contraproducente, porque puede ocasionar molestias musculares y, a la larga, daños físicos más relevantes. Lo idóneo es no sobrepasar los 15 kilos…

Ahora sí, empezamos:

[label type=»success»]CONSEJO 1:[/label] El más obvio… ¿tienes mochila de trekking? Pues si no la tienes, elige una y elígela bien. Piensa en el uso que vas a darle, la longitud de las rutas, la estación del año, el entorno… Hay tantas opciones como amantes del trekking existen sobre la faz de la Tierra, que son unos cuantos. Algunas de nuestras propuestas, desde Shed Marks, son estas:

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Mochila Salewa Cascade 28 es ideal para excursiones de senderismo. Este modelo de Salewa (28 l) tiene bolsillos laterales y cubierta para lluvia

Mochila trekking Trango

Mochila de trekking Trango World TX 10. Es muy ligera (480 gramos) y dispone de ajuste ergonómico a espalda y hombros. Capacidad: 10 litros.

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Mochila World Summit 30 de Trango World. Pesa 890 gramos y tiene capacidad para 30 litros. Espalda semirígida y cuerpo resistente al agua y la abrasión

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Mochila Salewa Peak 28 unisex de Salewa (28 litros) es la clásica mochila para una sesión de senderismo familiar. Pesa 1.100 gramos.

[label type=»primary»]CONSEJO 2: [/label]¿Qué material necesito llevarme en la mochila? De nuevo, aplica el sentido común, y piensa en lo estrictamente necesario, para evitar sobrecargas y castigar tu espalda con objetos inservibles.botella-trekking-altus-acero-1300

  • Equipamiento y calzado: es recomendable llevar ropa de abrigo y alguna prenda impermeable, por las sorpresas climatológicas que puedan aparecer en plena montaña; también unos pantalones de recambio y unas zapatillas extra (por si las que llevas te hacen rozaduras) o bien otras de descanso (para cuando llegues ‘a meta’). Con respecto a este último calzado, una buena opción son las Salomon Rx Moc 3.0, idóneas tras una sesión intensa de ejercicio. Llevan malla superior transpirable y tracción en la suela.
  • Hidratación y comida: hazte con un botellero –de en torno a un litro y medio de capacidad- porque sin agua, no hay sesión de trekking, sobre todo en los meses de más calor. Además, son fáciles de llevar, porque muchas mochilas de trekking llevan ya departamentos específicos para el agua. Es el caso de la Salewa Ascent 26, que dispone incluso de salida para el sistema de hidratación y también de fijación para piolet y bastón. Como opción, os proponemos la botella de senderismo Altus Acero (1,3 litros de capacidad y de acero inoxidable). Y no olvides la comida: completa el ‘plato fuerte’ (un buen bocadillo) con frutos secos, barritas energéticas o fruta.
  • Para dormir: si la ruta se divide en varias etapas y debes hacer un alto en el camino, o varios, no te olvides de lo necesario para dormir a pierna suelta. Por ejemplo, de la tienda de campaña, la esterilla o del saco de dormir. El Microfiber Liner de Salewa es una buena alternativa para descansar bien sin introducir peso extra en tu mochila. Se trata de un saco/sábana ultraligero, que ocupa muy poco espacio cuando está plegado y que además tiene rendimiento de calor según las condiciones y necesidades del momento.
  • Complementos: tampoco te olvides de un pequeño botiquín, del protector labial y la crema antisolar, de coger una navaja multiusos, un frontal (el Tikkina de Petzl alumbra una distancia máxima de 30 metros y 60 lúmenes), tu móvil bien cargado, gafas de sol (¡hay que llevarlas puestas!), una gorra (con protección en la zona de la nuca mejor) y bastones (los de Trekking Altus Haya son plegables, fáciles de transportar y sólo pesan 290 gramos cada uno).

distribucion de carga mochila[label type=»info»]CONSEJO 3:[/label] Y volvemos al otro tema central de este post, el de la distribución de la carga, una vez tenemos claro lo que nos vamos a llevar. En primer lugar, los objetos de mayor peso han de ir pegados al área más cercana a la espalda, de manera que formen una especie de columna vertebral. Es decir, han de emplazarse en la zona que va desde los riñones hacia los hombros. El motivo no es otro que el de poder conseguir un equilibrio perfecto y ser nosotros quienes controlemos la mochila y no al revés. Por ejemplo, si la jornada de trekking va a durar varios días y necesitas llevar contigo material para dormir y cocinar, en esta parte de la mochila colocaríamos los elementos más pesados de la tienda de campaña, o el hornillo o alimentos (botes, latas) que no vayamos a consumir hasta concluir la ruta.

[label type=»warning»]CONSEJO 4:[/label] ¿Con qué llenamos la parte inferior?: pues con aquello que sólo vayamos a necesitar al final del día: saco para dormir, esterilla… y que tenga un peso medio. Podríamos incluir aquí unas segundas zapatillas o unos pantalones de recambio.

[label type=»danger»]CONSEJO 5:[/label] Deja para el frontal de la mochila (la zona más exterior) todo aquello de peso ligero con lo que, además, puedas cubrir los vacíos existentes.

[label type=»default»]CONSEJO 6:[/label] En la parte superior de la mochila, la más alta, coloca aquellos elementos a los que vas a darle más uso durante el trayecto. Por ejemplo: botelleros, frontal, y prendas de abrigo o chubasqueros… También puedes ponerlos en los departamentos exteriores (muchas mochilas los tienen), pero nunca colgando, porque puede desequilibrar, provocar enganchones o entorpecer la marcha, y además el material externo puede mojarse en caso de lluvia.

Y una vez llena, ¿cómo cargamos la mochila? Insistimos: llévala lo más pegada a la espalda posible y adáptala al contorno de tu cuerpo, de tu columna. Ha de encajar con el bloque ‘espalda-hombros-cadera’, para evitar molestias y garantizar la máxima comodidad y la ausencia de lesiones. Por ello es importante también ajustar debidamente la mochila a la cintura, para que el peso no se concentre únicamente en la espalda o en los hombros. El truco está en saber distribuir.

¡Pues ya lo tienes! Ahora sí… disfruta de tu jornada (o jornadas) de trekking!!