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Francisco Robres durante la conferencia impartida en Vilafranca el pasado sábado 22.
Se llama Francisco Robres. Tiene 41 años. Es licenciado en Químicas y su pasión por el monte –justificada quizás por el lugar en el que creció, la localidad turolense de Mosqueruela- le animó, hace diez años a iniciar una nueva etapa deportiva como corredor. Una trayectoria que ha ido a más y que le ha llevado por los principales ultra trails del mundo, como el UTMB (ultra trail del Mont Blanc, de 166 kilómetros), el UTMDA (ultra trail Muntanyes d’Alacant, de 160 kilómetros), el Ehunmilak (168 kilómetros) o el UTR (ultra trail del Rincón, de 170 kilómetros). Carreras en las que, como es el caso del UTR o el UTMDA, ha llegado a quedar el primero, o alcanzar el noveno puesto de su categoría, como fue el caso del UTMB de 2009, que finalizó en 25 horas y 53 minutos. Podios más que satisfactorios a los que, sin embargo, la humildad que acompaña y caracteriza a
este corredor, acaba por restar importancia.  

Este pasado fin de semana, coincidiendo con la Cursa per Muntanya ‘Entreparets’,  Francisco Robres ha impartido una charla en Vilafranca, organizada por la asociación cultural Entreparets y que ha llevado por título Carreras de ultrafondo por montaña’. En ella ha explicado qué es un ultra trail y ha hablado de la preparación física que requiere enfrentarse a uno, el material necesario para hacer la carrera, la alimentación, cómo afrontar las noches en este tipo de carreras o el papel que juega el factor psicológico y la motivación.

Gracias a su participación en la conferencia, hemos tenido la oportunidad de hablar un poco más a fondo con Francisco Robres. Aquí os dejamos con la entrevista.

-Alimentación, entrenamiento, motivación… Estos han sido algunos de los aspectos que has abordado en la conferencia. Pero, al margen de ello, ¿qué es lo que has querido transmitirle al público que ha asistido a la charla?
-Que no hace falta ser un o una súper atleta para terminar este tipo de carreras, que cualquiera que termine la ‘Entreparets’ también puede acabar una ultra rail, que no pasa nada por intentarlo aunque no se consiga, es una buena forma de conocer otra gente y otras montañas, que este tipo de pruebas no es una simple competición entre un montón de participantes, que detrás hay una organización, unos voluntarios… En fin muchas cosas.
¿Qué consideras clave, como corredor y basándote en tu experiencia, en el proceso de preparación de una carrera de ultra trail?
-Lo más importante es entrenar mucho y no crearte falsas expectativas. Por ejemplo: si estás preparado para hacer una determinada carrera en 30 horas e intentas acabarla en 25, seguro que fracasarás y lo más probable es que no acabes. Luego hay otros factores como el material que utilizas, el modelo de entrenamiento, la alimentación o el factor psicológico, que también influyen.
– Precisamente sobre el material, ¿cuál recomiendas para hacer este tipo de pruebas?

-En los ultra trail hay material que suele ser obligatorio. Zapatillas, mochila, bidones, dos linternas frontales, pilas, comida, mallas, calcetines, pantorrilleras, pantalón, camiseta, gorra, venda, manta térmica, cortavientos impermeable, camiseta térmica, pantalón, bastones y GPS. También guantes, que en el UTMB pedían que fueran cálidos e impermeables. Y hay gente que lleva manguitos y sobre todo alguna chaqueta que abrigue más que el cortavientos, pero que sea ligera.   

Material utilizado en un ultra trail.
Zapatillas tras un ultra trail.
Dorsales de ultra trail a los que ha ido Robres.

 

 

– Y ya en un plano más personal… ¿Cuándo empiezas a correr?
A los 30 aproximadamente.

 

-¿Por qué te atrajo este deporte?
Porque me gusta el monte.

 

-¿Por qué te decantas por los ultra trail?
– En las carreras ultras soy mejor que en las cortas, eso hace que me decante por los ultra trail. Somos egoístas y si se te da mejor el tenis que el baloncesto seguro que te gusta más jugar al tenis… Además en los ultra trail pueden pasar tantas cosas que si tienes suerte puedes ganar a otros que son mejores que tú. Además, me gusta más el tipo de entrenamiento que hay que hacer para los ultras. De hecho, la primera carrera por montaña en la que participé fue la MIM, de 65 kilómetros.

 

– ¿Cuáles son tus próximos ‘retos deportivos’?
– Habrá que empezar a pensar en la próxima temporada, en la que probablemente repita la UTR o la Ehunmilak, o las dos. Algún año quiero ir al Tor des Geants, una carrera de 330 kilómetros por el Valle de Aosta, en los Alpes italianos. Aunque hay otras carreras como La Ronda dels Cims o Le Grand Raid des Pyrénées en las que me gustaría participar.

 

– ¿Qué piensas antes de una carrera y qué te viene a la mente cuando la terminas, cuando estás llegando a la meta?
– Antes de la carrera intentas pensar que todo va a salir como esperas, que conseguirás el objetivo que te has propuesto, que normalmente es acabarla en un tiempo o una posición determinada. Cuando llegas a meta piensas que ha merecido la pena todo el entrenamiento y el esfuerzo de la carrera.
– Y a modo de despedida… Lo más satisfactorio de este deporte y, por el contrario, lo más duro, lo que menos reporta…

Lo más satisfactorio, además de las carreras, es el medio en el que entrenamos y la satisfacción que produce el hecho de ver que eres capaz de recorrer grandes distancias por montañas conocidas o desconocidas. Por ejemplo, puedes salir por la mañana trotando de Mosqueruela, bajar a La Estrella y a la hora de comer vuelves a estar en Mosqueruela… Lo más duro es cuando estás lesionado y te gustaría entrenar pero no puedes. A veces también es duro cuando los entrenamientos no dan el resultado esperado, sobre todo si es porque te has pasado de entrenar. Y bueno, en las carreras, aunque te salgan todo lo mejor posible, siempre hay momentos muy duros en que te duelen tanto las piernas que parece que van a reventar, pero esto se olvida en cuanto cruzas la línea de meta.